Glosario:
El trabajo humano: concepto y
valor social. El trabajo humano como acto digno. El trabajo ajeno (o
dependiente): principio ético fundamental.
La desocupación y sus
repercusiones psicosociales.
Los jóvenes y el mercado
laboral: causas del desempleo juvenil.
Características de la inserción
laboral de los jóvenes: el déficit de Trabajo Decente: precariedad e
informalidad laboral.
Educación Sexual Integral (ESI):
causas de la discriminación laboral y salarial de las mujeres.
El trabajo humano: concepto y
valor social.
En sentido amplio, se puede
definir al trabajo humano como toda actividad realizada por el hombre, con su
esfuerzo físico o intelectual, que produce bienes y servicios y que tiene por
objeto transformar la realidad.
Desde el punto de vista jurídico o legal, el trabajo es "toda actividad lícita que se presta en favor de quien tiene la facultad de dirigirla mediante una remuneración" (Art.4º, Ley de Contrato de Trabajo N° 20.744).
Desde el punto de vista jurídico o legal, el trabajo es "toda actividad lícita que se presta en favor de quien tiene la facultad de dirigirla mediante una remuneración" (Art.4º, Ley de Contrato de Trabajo N° 20.744).
El trabajo comprende una
cantidad importante de especies:
a) Trabajo autónomo:
La persona trabaja de manera
independiente (no tiene jefe), y asume los riesgos de la actividad (soporta las
pérdidas del negocio).
b) Trabajo benévolo:
Es el que se realiza en forma
desinteresada y sin perseguir un beneficio personal.
c) Trabajo forzoso:
Es el realizado por personas en
situación de esclavitud, es decir, contra su voluntad.
d) Trabajo dependiente:
Se realiza a favor de un
empleador o patrón (quien asume los riesgos del negocio) a cambio de una
retribución o salario.
En efecto, se denomina trabajo
en relación de dependencia al realizado por el trabajador que ha puesto a
disposición del empleador su fuerza de trabajo, a cambio de una remuneración.
Valor social del trabajo:
El trabajo permite:
1.- Servir al prójimo:
El producto del trabajo
realizado sirve a otros, y por ello es socialmente útil.
Trabajar es una actividad que
constituye un servicio social, que brinda utilidad o beneficios al que la
realiza, y a la sociedad en la que vive.
2.- Generar ingresos o recursos
económicos:
El trabajo permite satisfacer
nuestras necesidades humanas, tanto las primarias o elementales (comida,
vestimenta) como las relacionadas con el descanso, la comodidad o el lujo ;
3.- Socializar:
Es un espacio para vincularnos
con los demás.
4.- Construir nuestra identidad:
El trabajador desarrolla un
sentimiento de pertenencia con su tarea o profesión, es decir, se identifica
con su profesión, y logra el reconocimiento de sus compañeros de trabajo y de
los demás miembros de la sociedad.
5.- Desarrollar una vocación:
La vocación es la inclinación o
gusto por una actividad o tarea, e implica una fuerte disciplina de trabajo y
el sentimiento de inspiración y pasión por la tarea que se elige.
6.- Diseñar un proyecto de vida:
Proyecto de vida es el esquema o
plan que pienso ejecutar en el transcurso de la vida para satisfacer mis
objetivos económicos, laborales, espirituales, familiares, sociales etc.
7.- Formar el sentido de la responsabilidad:
7.- Formar el sentido de la responsabilidad:
“Salir a trabajar” marca un
cambio muy importante en la vida de una persona, que exige asumir nuevos
comportamientos y actitudes, especialmente de hacernos cargo de las tareas
encomendadas, y asumir nuestras equivocaciones con hidalguía.
El trabajo humano como acto
digno:
El hombre fue puesto en la Tierra y debió sobrevivir.
No es desacertado afirmar que el trabajo nació con el hombre; entonces, el
hombre tiene derecho a trabajar para sobrevivir.
Pero ocurre que no todo lo que
necesita puede elaborarlo él: otros han de trabajar para él, y él para otros.
Todos los seres humanos que realmente trabajan cumplen un doble fin: hacen algo
para sí mismos y hacen algo para los demás.
El trabajo es un servicio que se
prestan mutuamente los hombres.
Considerado así, es trabajo es un ACTO DIGNO del hombre; LO DIGNIFICA, lo convierte en un ser VALIOSO.
Considerado así, es trabajo es un ACTO DIGNO del hombre; LO DIGNIFICA, lo convierte en un ser VALIOSO.
Trabajar es un ACTO MORALMENTE
BUENO puesto que es racional que uno trabaje para subsistir, y/o para que otros
subsistan. El hecho de que el trabajo realizado para otro sea remunerado o
gratuito no añade ni quita nada de la dignidad que EN SÍ tiene.
En tanto trabajar, como dijimos,
es hacer algo para algo o para alguien, naturalmente produce en el hombre la SATISFACCIÓN de que
es ÚTIL, de que tiene cualidades positivas, de que su vida tiene un sentido.
La clase de trabajo no rebaja ni
enaltece LA DIGNIDAD
que posee: no es menos DIGNO arar la tierra que dictar una clase de matemática,
o gobernar un país, pues en todos los casos se trata de TAREAS SERVILES: todos
servimos al prójimo cuando trabajamos para él.
Tomar conciencia de esta FUNCIÓN DE SERVICIO que significa cualquier posición de mando, ayuda a mantener la humildad, esa virtud que más de una vez puede salvar a quien manda de cometer graves errores o injusticias.
Tomar conciencia de esta FUNCIÓN DE SERVICIO que significa cualquier posición de mando, ayuda a mantener la humildad, esa virtud que más de una vez puede salvar a quien manda de cometer graves errores o injusticias.
El trabajo ajeno (o
dependiente):principio ético fundamental:
Un tema espinoso que la Ética no
debe eludir, es el concerniente al trabajo ajeno o dependiente.
El trabajo ajeno, o en relación
de dependencia, es el realizado por una persona para otra que recibe el fruto
de ese trabajo.
El CONTRATADO recibe del CONTRATANTE una remuneración de cualquier naturaleza (generalmente dinero), según lo convenido entre ambas partes.
El CONTRATADO recibe del CONTRATANTE una remuneración de cualquier naturaleza (generalmente dinero), según lo convenido entre ambas partes.
El principio fundamental ético
en lo que atañe el trabajo ajeno es el siguiente: EL QUE TRABAJA, CUALQUIERA
SEA LA ÍNDOLE DEL TRABAJO, ES UNA PERSONA.
Hay una diferencia esencial
entre el trabajo que produce una máquina, el que produce un animal y el que
produce una persona; aunque el producto del trabajo realizado por una máquina y
por un animal sea superior en cantidad y en calidad al que hace el hombre con
sus manos, aunque produzca más lucro al dueño de la máquina y del animal, LA DIGNIDAD de la naturaleza
humana y EL RESPETO que ella merece SE TRANSFIEREN AL TRABAJO EJERCIDO por el
hombre, por humilde, imperfecto y poco lucrativo que sea el resultado de ese
trabajo.
Por consiguiente, las condiciones de trabajo, la clase de trabajo, la remuneración que se le asigna deben estar conformes con el respeto que merece la persona.
Por consiguiente, las condiciones de trabajo, la clase de trabajo, la remuneración que se le asigna deben estar conformes con el respeto que merece la persona.
LAS CONDICIONES DE TRABAJO deben
favorecer la salud física y la salud moral del individuo que trabaja: es inmoral
obligar a trabajar en ambientes de aire viciado, con temperaturas
perjudiciales, sin resguardo contra las sustancias tóxicas y contra máquinas
peligrosas. Muchos accidentes de trabajo pueden y deben ser evitados con todos
los medios que ofrece la técnica moderna.
La desocupación y sus repercusiones
psicosociales:
Desempleo, desocupación o
cesantía, en el mercado de trabajo, hace referencia a la situación del
ciudadano que carece de empleo y, por lo tanto, de salario.
Por extensión, es la parte de la población que, estando en edad, condiciones y disposición de trabajar -población activa- carece de un puesto de trabajo.
Por extensión, es la parte de la población que, estando en edad, condiciones y disposición de trabajar -población activa- carece de un puesto de trabajo.
Para que exista el desempleo se
necesita que la persona desempleada desee trabajar y que acepte los salarios
actuales que se están pagando en un momento dado.
Para referirse al número de
desocupados de la población se utiliza la tasa de desempleo por país u otro
territorio. La situación contraria al desempleo es el pleno empleo.
Además de la población activa,
en la que se incluye tanto a los que están trabajando como al conjunto de los
desempleados de un país, las sociedades cuentan con una población inactiva
compuesta por aquellos miembros de la población que no están en disposición de
trabajar, sea por estudios, edad -niños y población anciana o jubilada-, enfermedad
o cualquier otra causa legalmente establecida.
Herramienta de control social:
Si bien el desempleo suele ser
considerado un flagelo, en ocasiones se lo utiliza como una herramienta de
política pública, orientada a dinamizar la economía, por medio de la
competencia entre los trabajadores desocupados.
Históricamente en nuestro país,
desde el poder (gobiernos) se ponen en marcha políticas que apuntan al
conformismo y a la fragmentación de la red social.
Veremos, a continuación, algunas
de las múltiples repercusiones que la desocupación produce a nivel individual y
social.
Consecuencias de la
desocupación:
-Genera angustia traumática:
Freud recalca que el trauma de
origen social (como la desocupación) produce “estupor inicial, paulatino
embotamiento, anestesia afectiva, narcotización de la sensibilidad...abandono
de toda expectativa...y alejamiento de los demás” (Freud, S. 1930; “El malestar
en la cultura”).
La primera forma de angustia
traumática es asociada a INERMIDAD (indefensión) y DESAMPARO.
Seguidamente, se activa la
compulsión, la repetición (por ejemplo, el desocupado es marginado, se
automargina y esto aumenta su marginación; es culpabilizado, se autoreprocha y
esto incrementa su culpabilización).
En definitiva, la desocupación
origina, un trauma, es decir, una herida o choque emocional que produce un daño
duradero en el inconsciente. Es una emoción o impresión negativa, fuerte y
duradera.
-Promueve el conformismo
social:
La institucionalización del
desempleo promueve la resignación , el conformismo y la aceptación de
condiciones de trabajo y de vida no dignas. Es la paulatina inmovilización de
los estratos sociales, que tienden a volver a una condición de derrotismo,
fatalismo y pasividad.
- Genera violencia:
Hay en cualquier trauma un
cierto monto de agresión libre, lo que produciría la predisposición a la
violencia contra sí mismo o contra los demás.
La violencia impuesta por el
desempleo provoca un estado de inhibición y/o explosiones periódicas de
violencia hacia sí mismo o los demás.
A esta violencia padecida al
quedar excluido del trabajo, se le suma la violencia que implica la
culpabilización del desocupado por parte de los estamentos de poder: “Es su
culpa si está sin trabajo”, “Es por falta de capacitación laboral que hay
desocupados”.
-Crisis familiar:
Es de destacar que un acto
violento en el espacio familiar puede tener su origen en otro lugar: en el
espacio laboral por ejemplo.
Las tensiones actuales creadas
por el desempleo y el empobrecimiento, tienen inmediata repercusión en la red
familiar. Muchas veces el desocupado parece ser el eje generador de violencia
cuando es sobre todo el receptor, y con ello transmisor sin saberlo.
Las personas que han sido
despojadas de su trabajo o están bajo la amenaza de perderlo, suelen aferrarse
al marco estable, ilusoriamente seguro y continente de la pareja. Pero su marco
de sostén no puede reemplazar al sostén laboral perdido: es una demanda
imposible de cumplir. Ante esa imposibilidad se puede instalar el reproche
entre los miembros de la pareja. Reproche que está en la estructura de la
pareja y que se reactualiza: desilusionados del contexto socio-laboral, se
quejan, reprochan a su pareja.
-Desarticulación de la vida
cotidiana del desocupado y su entorno:
El trabajo proporciona un marco estable a la
cotidianeidad, pues nos impone una estructuración del tiempo y de los ritmos,
hábitos y costumbres, al trabajador y a su familia.
La desocupación implica que una persona es arrancada de su lugar, de su grupo de pertenencia y referencia, de su cotidianeidad, de la vida de relación laboral, de códigos compartidos. Genera vivencias de desarraigo: “¿quién soy yo y para quién?” y desamparo: “¿con quién cuento ahora?, “¿qué será de mi?, “¿a quién le importo?”.
La desocupación implica que una persona es arrancada de su lugar, de su grupo de pertenencia y referencia, de su cotidianeidad, de la vida de relación laboral, de códigos compartidos. Genera vivencias de desarraigo: “¿quién soy yo y para quién?” y desamparo: “¿con quién cuento ahora?, “¿qué será de mi?, “¿a quién le importo?”.
-Pérdida del proyecto vital:
La desocupación ubica a su
víctima frente a lo catastrófico: la pérdida de la noción de FUTURO. Para el
desocupado, la falta de futuro hace que emerja una vivencia de VACÍO.
Esta vivencia de vacío se liga a aquellas ansiedades primitivas de desamparo y abandono.
Esta vivencia de vacío se liga a aquellas ansiedades primitivas de desamparo y abandono.
La incertidumbre laboral se
extiende a los hijos, ¿podrán los hijos insertarse en el mercado laboral?. El
futuro “promisorio” para los jóvenes se desvanece. El estudio y la formación ya no son garantía
contra la desocupación.
- Marginación y
automarginación social:
Como vimos, el desocupado se
autoculpabiliza, se automargina. Marginado del circuito laboral, puede caer en
el aislamiento.
Se distancia de sus relaciones
sociales extralaborales, siente que deja de compartir intereses comunes con los
amigos, excluido de la conversación social donde el trabajo ocupa un lugar preponderante. “Un desocupado
no tiene nada interesante para decir, pasa pálidas”. La desocupación pasa a ser
un monotema. Los otros a su vez eluden al desocupado porque no tienen
respuestas para él y no pueden darle una mano, dado que son tantos “los sin
trabajo”. La solidaridad parece casi imposible cuando las relaciones de amistad
intentan en vano solucionar el problema de la falta de trabajo. Algo entonces de
la reciprocidad de los vínculos de amistad se pierde.
Conclusiones finales:
La inserción social y laboral
es esencial para la salud mental de un pueblo y su capacidad de desarrollar una
perspectiva integradora de la realidad, logrando construir con ésta vínculos
activos, transformadores.
Las
personas y sus familias, ante la desocupación, necesitan emprender una lucha
contra la enajenación –un proceso de desalienación-, dado que el desempleo es,
entre otras cosas, y como ya dijéramos, una
TÁCTICA DE ALIENACIÓN Y CONTROL SOCIAL.
Sigue ocurriendo que el
desempleo amenaza los cuerpos, las mentes, las relaciones sociales y las
instituciones. Para no convertirnos en
“población en riesgo”, es necesario re-pensar juntos nuevas propuestas productivas
que generen ocupación laboral, y buscar los focos resistenciales a la
alienación que propone la desocupación.
Los jóvenes y su problemática
laboral:
a.- Concepto de juventud:
La juventud designa un período
de la vida que está destinado a la preparación del individuo para el ejercicio
de las responsabilidades de la vida adulta.
Durante esa etapa, el
adolescente debería tener la posibilidad de gozar de un tiempo de “suspensión
de obligaciones”, el que se supone debe invertirse en la adquisición de
conocimientos y destrezas que demanda el desempeño de los roles adultos.
Ese lapso puede tener una
duración variada en diferentes sociedades, por lo que surgen diferencias al
momento de establecer una edad límite entre el mundo de los jóvenes y la
adultez.
Tramo de edad considerado:
El límite inferior, en general y
sin mucha discusión, se sitúa en los catorce (14) años, edad en la cual se
considera están desarrolladas las funciones sexuales y reproductivas, las
cuales repercuten en su dinámica física, biológica y psicológica. Mientras que
fijar el límite superior (cuando termina la juventud) ha dado lugar a más de
una postura.
Es así que el límite superior
suele ubicarse arbitrariamente en los veinticinco (25) años, por considerar que
es alrededor de esa edad cuando, en las sociedades occidentales, se cumplen
determinados hitos que darían por concluida la etapa de “suspensión de
responsabilidades”:
-La pérdida del rol de
estudiante;
-la emancipación (liberación,
abandono) del hogar de origen y la formación del propio grupo familiar;
-la incorporación definitiva al
mercado de trabajo y la independencia económica.
Sin embargo, en las últimas
décadas se han planteado una serie de fenómenos que han provocado que la
categoría juvenil se fuera extendiendo hacia edades más avanzadas.
-la mayor permanencia de los
jóvenes en el sistema educativo formal (universidades, carreras de grado y
posgrado, terciarios, etc.).
-las dificultades de los jóvenes
en conseguir empleos de calidad representa un obstáculo en la formación de su
propio núcleo familiar;
-cambios culturales que
propician la transitoriedad afectiva, el menosprecio por el matrimonio y la
asunción de aquellas responsabilidades propias de la pareja monógama
(fidelidad, etc.), que inhiben la conformación de vínculos afectivos a largo
plazo;
Dichos procesos han llevado a
que diversos autores en la actualidad consideren como jóvenes a las personas
que tienen entre 15 y 29 años.
Naciones Unidas y por eso
también la OIT
(2004) han establecido considerar como jóvenes a aquellos individuos de ENTRE
15 Y 24 AÑOS INCLUSIVE.
b.- Una problemática de
dimensiones globales:
El desempleo juvenil no es un
problema exclusivo de la
Argentina ni de las economías de América Latina. Está
presente en la mayoría de las economías mundiales, en las que la tasa de
desempleo juvenil duplica y hasta triplica las tasas generales.
En el mercado laboral actual se
conforman barreras a la inclusión de los jóvenes, especialmente para acceder a
un empleo de buena calidad, del cual están alejados.
El problema del joven en América
Latina es el de UNA JUVENTUD MARGINAL, que perdió la confianza en sí misma y el
interés en participar de la sociedad.
En diferentes países, en la
actualidad, más de uno de cada cuatro jóvenes se declara sin trabajo, buscando
trabajo y/o disponible para trabajar. Sin embargo, el desempleo no es más que
la parte visible del problema.
En todo el mundo, los jóvenes
tienden a trabajar más horas en modalidades de empleo INFORMAL, INTERMITENTE Y
PRECARIO, los cuales se caracterizan por productividad e ingresos bajos y por
la obtención de menor protección laboral.
Adicionalmente, constituyen el grueso de los SUBEMPLEADOS. Todo ello provoca que sean una de las principales víctimas del DESALIENTO.
Adicionalmente, constituyen el grueso de los SUBEMPLEADOS. Todo ello provoca que sean una de las principales víctimas del DESALIENTO.
La problemática exige que las
estrategias nacionales (generales) contra el desempleo sean combinadas con
intervenciones específicas destinadas a la inclusión social de los jóvenes más
desfavorecidos.
Es que los problemas de empleo
juvenil están asociados a las cuestiones de la pobreza y de la distribución
perversa de la renta nacional. Por lo tanto, el camino más seguro para la
generación de empleos es, como dijimos, el CRECIMIENTO ECONÓMICO del país
asociado a POLÍTICAS ACTIVAS y EDUCACIÓN APROPIADA.
Es así que la comunidad
internacional ha calificado como prioridad esencial CREAR TRABAJO DECENTE para
los jóvenes, reconociendo la necesidad de elaborar y aplicar estrategias que
proporcionen a los jóvenes de todo el mundo la posibilidad real de encontrar un
trabajo digno y productivo.
Causas del desempleo juvenil:
Se suelen reconocer dos tipos de
causas:
1.- Causas relacionadas con los
FACTORES INDIVIDUALES de los jóvenes:
- Una EDUCACIÓN formal
inadecuada a las necesidades del mercado, que provocaría que a las empresas se
les dificulte encontrar mano de obra calificada para la producción.
- LA TEMPRANA EDAD : la
edad de los jóvenes condiciona el acceso al empleo, siendo consistente que el
grupo de 15 a
19 años es el más afectado en términos de desocupación en América Latina, cuya
tasa decrece a medida que aumenta la edad de los mismos.
- LA POBREZA : el desempleo está
asociado a la pobreza. Según los datos, la situación laboral de los jóvenes depende
significativamente del estrato socio-económico del hogar del cual provengan.
Aquellos que provienen de hogares humildes o en situación de indigencia y se presentan a conseguir trabajo se ven sometidos ala DISCRIMINACIÓN que
propician los sistemas de selección de empleados, al tener en cuenta, no solo
su nivel de formación, sino también la escuela de la que provienen, el aspecto
físico, las actitudes, el lenguaje, el lugar de residencia.
A todo ello se suma que a muchos de los trabajos disponibles se accede a través de redes de relaciones sociales, las cuales son escasas para los pobres.
Aquellos que provienen de hogares humildes o en situación de indigencia y se presentan a conseguir trabajo se ven sometidos a
A todo ello se suma que a muchos de los trabajos disponibles se accede a través de redes de relaciones sociales, las cuales son escasas para los pobres.
-La RESPONSABILIDAD
INDIVIDUAL de muchos jóvenes, principales artífices de las
situaciones de fracaso y exclusión por las que atraviesan por su falta de
predisposición a generar cambios actitudinales.
2.- Causas relacionadas con el
CONTEXTO MACROECONÓMICO:
Se mencionan:
- Una SITUACIÓN ECONÓMICA
(mundial, nacional, local) DESFAVORABLE, que provoca recesión económica y caída general de la actividad
productiva o industrial.
- BAJO NIVEL EN LA DEMANDA DE
TRABAJADORES: producto de un empeoramiento general del mercado de trabajo, el
conjunto de empleadores no requiere los suficientes trabajadores al solo efecto
de reducir a niveles mínimos los “gastos” en “recursos humanos” y aumentar sus
niveles de ganancia, excusándose en un supuesto defecto en la oferta (es decir,
trabajadores poco calificados).
-FALTA DE POLÍTICAS ACTIVAS por
parte de los gobiernos en la generación de nuevos puestos de trabajo y una
educación para el trabajo acorde a las necesidades del mercado de trabajo.
Características de la inserción
laboral de los jóvenes:
Déficit de Trabajo Decente:
Según la OTI (2002), los jóvenes son
claramente el grupo que padece mayor déficit de Trabajo Decente, que es
“aquella ocupación productiva que es justamente remunerada y que se ejerce en
condiciones de libertad, equidad,
seguridad y respeto a la dignidad humana”.
En otras palabras, tener un
Trabajo Decente es tener una ocupación que satisface por sus resultados y por
las condiciones en que se realiza.
Asimismo, la OIT agrega que no resultan
suficientes los esfuerzos por la creación de empleos, sino que estos además,
deben ser productivos y generar suficientes ingresos y una protección social
adecuada.
Cabe destacar aquí la
importancia que tiene un Trabajo Decente durante la vida laboral de los
jóvenes. Los jóvenes que hoy gozan de un Trabajo Decente representan un CAPITAL
para la economía y la sociedad del FUTURO. Su déficit puede reflejarse y
perpetuarse hacia las familias y la comunidad toda, estropeando sus
perspectivas de carrera en la vida adulta.
El déficit de Trabajo Decente
afecta tanto a jóvenes ocupados como a los desocupados.
Entre quienes logran insertarse
en el mercado laboral, la PRECARIEDAD LABORAL y la INFORMALIDAD LABORAL
se constituyen en las patologías características de este grupo, que veremos a
continuación.
Precariedad laboral:
Se denomina precariedad laboral
al estado de situación que viven las personas trabajadoras que, por razones
diversas, sufren procesos que conllevan inseguridad, incertidumbre y falta de
garantía en las condiciones de trabajo, más allá del límite considerado como
normal.
Lo que resulta precario, en
definitiva, es la relación o vínculo entre la patronal y el trabajador, en
tanto no otorgue el acceso a un trabajo estable e impida el ejercicio de
ciertos derechos considerados normales (por ejemplo: un salario justo, etc.).
Los trabajos precarios reúnen un
cúmulo de características diversas:
-inestabilidad en el empleo
(contratos de trabajo temporales o a plazo fijo);
-remuneración insuficiente para
cubrir las necesidades mínimas vitales del trabajador y su familia;
- jornada de trabajo muy
reducida (lo que impide lograr la retribución necesaria para cubrir las
necesidades) o muy extensas (superiores a la legal) para poder conseguir el
salario necesario, como consecuencia de tener un sueldo muy bajo.
- los trabajadores no son
registrados por la patronal en los organismos de la Seguridad Social
y Previsional y, por tanto, carecen de las prestaciones correspondientes (obra
social, ART, aportes jubilatorios, seguro de desempleo, etc.).
-dificultades a la acción
colectiva (sindicalización),
-discriminación por razón de
sexo, edad, raza, religión, etc.
La precariedad es una de las
características más acentuadas de la inserción laboral de los jóvenes.
Esto se traduce en un elevado porcentaje de jóvenes OCUPADOS pero que no aportan a la seguridad social y, por lo tanto, se encuentran desprotegidos laboralmente (sin obra social, sin ART, sin jubilación futura, etc.).
Esto se traduce en un elevado porcentaje de jóvenes OCUPADOS pero que no aportan a la seguridad social y, por lo tanto, se encuentran desprotegidos laboralmente (sin obra social, sin ART, sin jubilación futura, etc.).
Informalidad laboral:
Se parte de la distinción entre
economía formal e informal. Economía informal es el nombre que se le da a un
gran número de ACTIVIDADES que están catalogadas dentro del sector informal de
la economía.
Entonces, “formales” serían las
actividades reguladas, aquellas que se acomodan a las formas previstas por las
leyes. “Informales” las que carecen de regulación o las que no obedecen las
reglamentaciones legales existentes.
Entonces, la INFORMALIDAD LABORAL
remite a determinadas características de las unidades productivas,
caracterizadas como MICROEMPRESAS, y que se definen por:
- su reducida cantidad de
capital por trabajador,
-baja productividad laboral,
-escaso nivel de complejidad
tecnológica,
-división del trabajo
incipiente,
-baja calificación de la mano de
obra,
-pequeña dimensión con
predominio de actividades unipersonales,
-exiguo desarrollo de relaciones
salariales,
-ausencia de las normas que
regulan la actividad formal y
- falta de inserción en mercados
competitivos o diferenciados.
Entonces, la INFORMALIDAD del
trabajador se relaciona con las características de SU PUESTO DE TRABAJO, y de
acuerdo al LUGAR DE INSERCIÓN de LA
EMPRESA en la cual se desempeña (para el caso, en el sector
de la ECONOMÍA
INFORMAL ).
Si bien, muchas veces, el
concepto de INFORMALIDAD es usado como sinónimo de PRECARIEDAD, se trata de
fenómenos diferentes. En tanto la INFORMALIDAD remite a determinadas
características de las unidades productivas (empresas), las RELACIONES
PRECARIAS se establecen con independencia del carácter formal o informal del
establecimiento productivo.
Reflexiones finales:
En nuestro país un conjunto de
investigaciones han confirmado el incremento en los años de educación de la
población en general y de la fuerza de trabajo en particular durante las
últimas dos décadas, vinculado al incremento de las ofertas (credenciales)
educativas en los niveles universitario y/o terciario. Esto ha provocado que
los empresarios soliciten MAYORES NIVELES DE ACREDITACIÓN EDUCATIVA para
puestos de trabajo que anteriormente eran cubiertos por asalariados con menores
niveles de educación.
Es así que los jóvenes que
integran la fuerza laboral de hoy en día se encuentran ante una situación
paradójica. Estos pertenecen a la generación de hombres y mujeres mejor educada
y capacitada de todos los tiempos en la Argentina.
No
obstante, representan un alto porcentaje de los desocupados.
Por este motivo, varios
estudiosos hablan de la ruptura del valor de la educación para garantizar un
buen trabajo, ya que habiendo sido un formidable vehículo de ascenso social
(“Mi hijo el Doctor…”), la educación media resulta hoy NECESARIA pero no
SUFICIENTE para acceder a un trabajo de calidad. Cabe destacar que, si bien en
general el mayor nivel de educación incide positivamente en el acceso al
empleo, no siempre se verifica esta correlación.
Ahora bien, las estadísticas
demuestran que los jóvenes que no terminaron la escuela media son casi seguro
destinatarios de trabajos precarios y de un piso salarial más bajo que aquellos
que egresaron con el título secundario.
Si bien la educación no
constituye por sí sola una fuente directa de reproducción de empleo, en la
medida que en el país exista un proceso de crecimiento económico, la EDUCACIÓN y/o la CAPACITACIÓN pueden
constituirse en un instrumento de inserción o mejoramiento laboral. Si el
mercado de trabajo no da oportunidades, la educación se ve muy limitada en su
campo de acción.
Educación Sexual Integral (ESI):
causas de la discriminación laboral y salarial de las mujeres:
Oportunidades ocupacionales
diferenciales:
Se dice que existen
OPORTUNIDADES OCUPACIONALES DIFERENCIALES cuando existen oportunidades de
empleo DESIGUALES para personas IGUALMENTE productivas.
El hecho de que una persona sea
de un sexo, de una etnia o de una edad determinada no la hace más o menos capaz
para desempeñar un trabajo, y así lo reconocen las leyes.
Sin embargo,la DISCRIMINACIÓN y el
TRATO DESIGUAL hacen que no existan las mismas oportunidades ocupacionales para
todos.
Sin embargo,
Precisamente, uno de los rasgos
característicos de los mercados de trabajo de América Latina en general, y de
Argentina en particular, es la desigualdad entre varones y mujeres, que
victimiza al género femenino, y que debe ser conocida y considerada cuando se
pretende lograr una sociedad más igualitaria, cohesionada e incluyente.
Es así que, en lo que va del
siglo XXI se observa en Argentina un
mercado de trabajo con elevada inequidad de género, en tanto las mujeres
padecen:
-Menor participación en el
mercado de trabajo;
-Mayores tasas de desempleo;
-Menor acceso al empleo asalariado
registrado;
-Menor ingreso o ganancia por
hora trabajada -en promedio perciben un veinte por ciento (20%) menos de
ingreso mensual que los varones-;
-Que el empleo femenino se
concentra en empresas de menor productividad y sofisticación tecnológica;
-Que, principalmente,
desarrollan tareas repetitivas y precarias (ej. secretarias, personal de
limpieza, etc.);
-Menor acceso a cargos de
conducción, aun presentando mayores niveles educativos, incluso en actividades
muy feminizadas.
Causas de la discriminación
laboral de las mujeres:
Los argumentos que intentan
explicar (cuando no justificar) las menores posibilidades de las mujeres para
ACCEDER (ingresar) al trabajo de calidad, suelen ser:
a.-REPRODUCCIÓN, CRIANZA Y
ATENCIÓN DEL HOGAR: Son las principales encargadas del trabajo reproductivo y
la crianza de los hijos. Repercutiría en mayores niveles de ausentismo e
impuntualidad.
b.- MAYOR COSTO LABORAL: en
términos de rotación entre empleos (dejan un empleo para tomar otro), mayores
costos de infraestructura (por ejemplo, derivados de la necesidad de disponer
de guarderías infantiles), etc.
c.- MENOR NIVEL EDUCATIVO: la
carga de trabajo doméstico dificultaría sus posibilidades de seguir estudios
terciarios y/o de capacitarse en el trabajo.
d.- MENOR PRODUCTIVIDAD DE SU
TRABAJO: como resultado de su menor nivel educativo.
e.-TRAYECTORIA LABORAL: Las
mujeres tienen trayectorias laborales diferentes de los varones. A diferencia
de las trayectorias masculinas, las femeninas suelen ser intermitentes (se
interrumpen y vuelven a comerzar) porque están muy condicionadas por el ciclo
de vida familiar, por lo cual tienden a dejar de trabajar en el mercado laboral
cuando forman sus familias y luego vuelven a incorporarse cuando sus hijos ya
no son tan pequeños.
f.- DISCRIMINACIÓN DE GÉNERO
PURA: basada en los PREJUICIOS MACHISTAS sobre su comportamiento laboral. Los
prejuicios son opiniones sin fundamento, en general basadas en modelos que
descalifican o disminuyen a ciertos grupos de personas.
Un prejuicio que afecta a las mujeres está vinculado con su maternidad. Como a las mujeres les corresponde una licencia por maternidad, muchos empleadores piensan que “las mujeres son faltadoras”.
Un prejuicio que afecta a las mujeres está vinculado con su maternidad. Como a las mujeres les corresponde una licencia por maternidad, muchos empleadores piensan que “las mujeres son faltadoras”.
No resulta un argumento (no
podría serlo ni moral ni jurídicamente) pero sí una causal vinculada a la
existencia de estereotipos e influencias culturales respecto de los roles de
hombres y mujeres.
Causas de la discriminación
salarial de la mujer:
Entre las CAUSAS de la DESIGUALDAD SALARIAL
que perjudican a las mujeres se pueden mencionar:
a.-CONDUCTAS DISCRIMINATORIAS EN
LAS EMPRESAS: La existencia de DISCRIMINACIÓN en el mercado laboral y, en
particular, en los Departamentos de Recursos Humanos de las empresas, manejados
en su mayoría por hombres, en los que prevalecen conductas discriminatorias en
relación a la contratación, asignación de tareas, promoción laboral y la
conformación misma del plantel de recursos humanos, que hacen que las mujeres
sean tratadas peor que los hombres.
b.-La “AUTOLIMITACIÓN
PROFESIONAL” de muchas mujeres, consecuencia, fundamentalmente, de la persistencia
de factores culturales y estereotipos tradicionales, que reparten tareas y
responsabilidades familiares de manera desigual, tal como ya hemos mencionado.
En función de ello, muchas mujeres deciden limitar su dedicación al trabajo
remunerado con objeto de compatibilizar ambas tareas.
c.- SUPUESTA DESIGUALDAD EN LOS
NIVELES EDUCATIVOS: Desde un enfoque tradicional, las brechas salariales de
género son el resultado de una distribución inequitativa del capital educativo,
que explicaría por qué las mujeres acceden menos al empleo de calidad y están
peor remuneradas que los varones.
No obstante, la educación, que
ha constituido el gran logro de las mujeres en las últimas décadas, no ha sido
un elemento de ruptura de esta situación, ni ha cambiado significativamente los
prejuicios y la cultura que todavía impiden a las mujeres obtener puestos de
trabajo acordes con su mayor preparación formal.
d.- SEGREGACIÓN OCUPACIONAL: es
el hecho de que existan numerosas ocupaciones feminizadas o masculinizadas, y
de que tiendan a estar mejor remuneradas las masculinizadas.
Así, los atributos positivos
asociados a las mujeres (disposición natural a ocuparse de los demás, honradez,
habilidad en tareas del hogar, destreza manual y aspecto físico atractivo)
contribuyen a considerarlas adecuadas para desarrollar ocupaciones
relacionadas con el cuidado, la salud, la educación, el servicio doméstico, el
comercio y ocupaciones administrativas, entre otras.
Las características negativas (renuencia a supervisar el trabajo, menor fuerza física, menor disposición a viajar, menor disposición a afrontar el peligro físico) descalificarían a las mujeres para asumir cargos jerárquicos y ocupaciones con calificación técnica y profesional.
Las características negativas (renuencia a supervisar el trabajo, menor fuerza física, menor disposición a viajar, menor disposición a afrontar el peligro físico) descalificarían a las mujeres para asumir cargos jerárquicos y ocupaciones con calificación técnica y profesional.
e.- DESIGUALDAD EN LA PROMOCIÓN PROFESIONAL :
promocionar en el trabajo significa ser ascendido en la escala jerárquica de la
empresa, asumiendo mayores responsabilidades con la consiguiente mejora
salarial.
El límite que suelen encontrar
las mujeres a la promoción o ascenso laboral suele explicarse metafóricamente:
-El llamado “TECHO DE CRISTAL”:
es la presencia directa de conductas discriminatorias por parte de los
empleadores.
-El llamado “TECHO DE CEMENTO”
es la propia auto-limitación de las mujeres, que rechazan mejoras salariales
por las mayores responsabilidades que conllevan, tal como lo mencionamos
anteriormente.
Conclusiones: la situación
actual
Los resultados de las
investigaciones científicas muestran que las brechas salariales de género son
altas. Aun presentando niveles de calificación más elevados que sus colegas
varones, las mujeres en Argentina perciben ingresos laborales menores en un
20%.
La investigación aporta
evidencias para sostener que:
- la discriminación por género
en el empleo es el principal factor que explica las menores y peores
oportunidades que obtienen las mujeres en la inserción y el progreso laboral.
-la tipificación de las
ocupaciones como adecuadas para varones y otras adecuadas para mujeres tiene
claros efectos sobre las condiciones diferenciales del empleo femenino.
-las mujeres tienen mayores dificultades
para acceder al empleo de calidad, que no se explica por sus dotaciones
educativas, lo que va constituyendo claros indicios de discriminación.
- la fuerte presencia de las
mujeres en el empleo no registrado y en el subempleo constituye una causa
importante de la brecha salarial ya que estas ocupaciones, independientemente
de su ingreso horario, se encuentran peor remuneradas.
-los territorios ocupacionales
de las mujeres son preponderantemente áreas de apoyo que presentan
remuneraciones más bajas, menores requerimientos de calificación y también
bajas posibilidades de desarrollo de las carreras laborales.
-las mujeres acceden en menor
medida a cargos gerenciales y a jefaturas medias. Es decir está vigente el
techo de cristal como un límite para los ascensos y para el desarrollo de las
carreras laborales de las mujeres. Por otro lado, aquellas que lograron
acceder a cargos gerenciales perciben remuneraciones más bajas que sus colegas
varones.
-En nuestro país, las
credenciales educativas y, en general, las dotaciones de capital humano de las
mujeres son relativamente más elevadas, de manera que no parece ser la falta
de inversión y habilidades de las mujeres las que están explicando sus menores
salarios horarios.
Es decir, las causas que
originan las brechas salariales son múltiples y se basan en la interacción del
sistema productivo con el conjunto de creencias de género predominante en la
sociedad, presentes tanto en la oferta como en la demanda de trabajo.
Las instituciones laborales,
como el salario mínimo vital y móvil y los salarios básicos establecidos en los
CONVENIOS COLECTIVOS DE TRABAJO (CCT) operan como un piso igualador entre las
remuneraciones percibidas por varones y mujeres en las
áreas con remuneraciones bajas.
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