LOS VALORES

Glosario:



Introducción a los valores: Concepto, características y clasificación. Su polaridad: noción de disvalor.

Valores universales: vida, libertad, igualdad, solidaridad y justicia: concepto e importancia.

Los principales disvalores del mundo globalizado: consumismo, individualismo, apariencia, transitoriedad, hedonismo, indiferencia-permisividad, apatía moral.

Los valores personales: elementos de la valoración humana. La formación de los juicios de valor. La jerarquía de los valores.

Los hábitos morales: virtudes y vicios. Las virtudes cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza. Vicios (pecados) capitales: soberbia, lujuria, avaricia, gula, ira, envidia y pereza. 


Los valores sociales: Noción de honor, honradez, paz, respeto, responsabilidad, tolerancia, verdad.



Introducción a los valores: Concepto, características y clasificación. Su polaridad: noción de disvalor:


Concepto:

Valores son los principios fundamentales que guían al hombre en su conducta.

"Principios”: son las creencias que constituyen los ideales de cada persona.




"Fundamentales": porque son las convicciones principales o más importantes de la persona, que fundamentan o explican sus acciones.

“Guían”: son ideas que orientan a la persona, le muestran el camino a seguir en su conducta.




Características:



a.-Polaridad:


En su esencia, poseen atributos o cualidades opuestas, tanto positivas como negativas.
Ejemplos:

- El valor vida (polo positivo) comprende el disvalor muerte (polo negativo), por cuanto la existencia de la vida solo se explica si aceptamos la posibilidad de la muerte;

- Al valor libertad (+) le corresponde el disvalor esclavitud (-);

- Al valor igualdad (+), el disvalor discriminación (-); etc.

Llamamos disvalores o antivalores a los principios, actitudes y conductas que se opongan a los valores universalmente reconocidos como fundamentales para la vida en sociedad.


b.- Tienen jerarquía:

Poseen distinta importancia, por lo que se los considera superiores o inferiores a los demás valores.

Cada persona construye su propia escala de valores personales; esto quiere decir que preferimos unos valores a otros.


c.- Se aprenden:


Los valores se aprenden desde la temprana infancia, y a lo largo de toda la vida.




d.- Se interpretan:


Cada persona, de acuerdo a sus experiencias, conocimientos previos y desarrollo cognitivo, construye un sentido propio de los valores.



e.- Forman parte de la identidad de la persona:


Los valores determinan sus convicciones y su manera de ser, orientan sus decisiones frente a sus deseos e impulsos y fortalecen su sentido del deber ser.




f.- Involucran nuestros sentimientos y emociones:


Cuando valoramos la paz, nos molesta y nos hiere la guerra.


Cuando valoramos la libertad, nos enoja y lacera la esclavitud.


Cuando valoramos el amor, nos lastima el odio.




g.- Son conflictivos:


Permanentemente, valores importantes entran en conflicto. ¿Cuáles?


-Derechos a la vida y a la libertad individual: es el caso del aborto (la vida del feto y el derecho de la mujer a disponer de su propio cuerpo).



- Derechos a manifestarse públicamente y a la libertad de tránsito: es el caso de las protestas que incluyen cortes de calle o rutas públicas, que afectan a los transeúntes.



j.- Son mutables:

Mutar significa cambiar: una persona puede darle una importancia o sentido a determinado valor, y luego cambiar su interpretación.



Los jóvenes priorizan la libertad individual y, generalmente, prefieren la soltería; en cambio, al llegar a la adultez, suelen asumir el compromiso de convivir con una pareja, para combatir la soledad.

Clasificación de los valores:



El aprendizaje de los valores y de las actitudes es un proceso lento y gradual, en donde influyen distintos factores o circunstancias:

- la personalidad de la persona;


- las experiencias previas,


- la familia, la escuela, y demás personas significativas;


- los medios masivos de comunicación, etc.


Existen muchas formas de clasificar los valores. Tendremos en cuenta la distinción que realiza el escritor Eduardo Spranger en su obra Formas de Vida, quien desarrolla seis clases de valores que señalan la orientación de la persona según sea la “forma de cultura” en la cual desenvuelve su actividad, expuestos en el siguiente cuadro:


“Forma de cultura”
Valor
“Bien”
Tipos de personalidad
Ciencia
Científico o intelectual
La Verdad
Hombre Teórico
Arte
Estético
La Belleza
Hombre Estético
Economía
Económico
La Utilidad
Hombre Económico
Sociedad
Social
Lo Social
Hombre Social
Estado
Político
El Poder
Hombre Político
Religión
Religioso
Dios
Hombre Religioso


Su polaridad: noción de Disvalor


Como dijéramos, en su esencia, los valores poseen atributos o cualidades opuestas, tanto positivas como negativas.

Es decir que, en relación a los valores en general, y en particular a los llamados valores universales, como es el caso de la vida, la libertad, la igualdad, la seguridad y la justicia, cada persona puede asumir una actitud favorable (positiva) o desfavorable (negativa) hacia su respeto, defensa o promoción, que se expresará a través de sus conductas en la vida cotidiana.

Entonces, llamamos disvalores (o antivalores) a los principios, actitudes y conductas que se opongan a los valores universalmente reconocidos como fundamentales para la vida en sociedad, como ser la muerte, la esclavitud, la discriminación, la inseguridad y la injusticia.

Los disvalores son considerados peligrosos o dañinos para el conjunto de la comunidad en la que tienen lugar, e implican siempre la presencia de conflicto. Volveremos sobre esta cuestión a la brevedad.

En cambio, si frente al mismo accidente mi reacción es alejarme de las personas lesionadas, es porque tengo una tendencia hacia el egoísmo (disvalor: lo opuesto a la solidaridad).


Valores universales: vida, libertad, igualdad, solidaridad y justicia: concepto e importancia.

Valores universales: concepto


Son el conjunto de normas de convivencia, válidas en un tiempo y época determinados.


Se trata de reglas de comportamiento, que resultan necesarias para vivir en una sociedad armónica y pacífica.





Estas normas de convivencia encuentran su origen o fuente en la existencia de algunas realidades (cosas que existen en la realidad), llamadas bienes porque el hombre las considera de un valor positivo.





Es así que se califica como bienes a la vida, la libertad, la igualdad, la seguridad y la justicia, entre muchas otras realidades, que son vistas como valores universales porque la humanidad entera reconoce su importancia, y castiga a quienes la niegan (dictaduras y demás gobiernos autoritarios).


Precisamente, para garantizar la supremacía de estos bienes, el mundo establece normas o reglas, algunas explícitas (escritas: por ejemplo, la Declaración Universal de Derechos Humanos, de 1948) y otras implícitas (no escritas), pero que se derivan del respeto a la dignidad humana (las buenas costumbres que no afectan la integridad de las personas).




Detrás de dichas normas o reglas, siempre hay un valor universal que le sirve de fundamento.


Diferencias culturales al margen, se puede afirmar que la bondad, la solidaridad y la honradez son virtudes deseadas en cualquier país o región.


Se trata, por lo tanto, de valores universales.


Los valores vida, libertad, igualdad, solidaridad y justicia:

Concepto e importancia:

VIDA:

Se denomina vida a la fuerza o actividad interna de los seres orgánicos, mediante la que obran o hacen quienes la poseen.




La vida es la sustancia primaria y principal del hombre, formada por la unión del alma (espìritu) y el cuerpo, y que lo provee de actividad.




a.- La vida humana un derecho de la personalidad, es decir, que hace a la esencia del hombre y no le puede ser desconocido:


Desde este punto de vista, podemos decir:


- Es la base o fundamento sobre el cual reposan los restantes derechos: solo quien posee vida puede procurar ejercer sus otros derechos fundamentales.



- Durante décadas, el derecho a la vida se consideró como una garantía o protección ante la amenaza de la muerte ilegal, sea provocada por el Estado o por un particular. Se limitaba a ser la ausencia de muerte.




- Hoy hablamos del derecho humano a la vida digna, que es aquella vida plena,  que merezca ser vivida, para lo cual se impone la indivisibilidad de los derechos humanos: todos ellos deben ser garantizados a cada persona para que su vida adquiera plena condición de dignidad.





Es decir, una persona sin libertad (esclavitud), no puede gozar de una vida digna.


Tampoco si resulta discriminada (derecho a la igualdad), o si es víctima de un robo (derecho a la seguridad).


b- La vida humana no tiene, por sí misma, un valor pecuniario (económico), porque no está en el comercio (no se puede vender, alquilar ni donar), ni puede valuarse en dinero (no tiene precio).


En cambio, la vida humana puede ser valuada económicamente solamente en relación con las capacidades adquiridas por el hombre a lo largo de su vida, o por aquellas habilidades que pudiera haber adquirido a futuro.


Estas capacidades del individuo están en relación con sus posibilidades de generar beneficios económicos para sí mismo y para sus seres queridos y, en función de esto último, su productividad será merituada.


Ej: si un arquitecto y un obrero, de la misma edad, sufren similar accidente en una obra en construcción (ambos fallecen), recibirá una mayor indemnización la familia del arquitecto, que se supone estaba en condiciones de generar mayores ingresos económicos para sí mismo y su familia.

Misma situación si ambos quedasen incapacitados en igualdad de condiciones.


En definitiva, la vida sólo tiene valor económico en consideración a lo que produce, o puede producir, en el orden patrimonial.


LIBERTAD:

Es la posibilidad natural que tiene cada ser humano de elegir hacer o dejar de hacer lo que quiere.

Esta posibilidad de elegir y decidir las acciones, conocida como libre albedrío, es propia de la especie humana.



Características de la libertad:

a.- Tiene un aspecto externo y otro interno:




La  libertad externa:

Es la libertad de acción o del poder hacer.

Consiste en poder obrar sin coacción (fuerza) externa ni impedimento de otros.



La libertad interna:

Es la libertad de elección o de auto determinarse.

Se concreta cuando la persona actúa por sí misma al tomar una decisión, sin depender de las influencias de los demás.




b.- Es limitada:

La libertad en términos absolutos no existe.


Una serie de factores limitan las decisiones del ser humano:


-Necesidades físicas impostergables.


-Factores sociales, políticos y económicos.


-La cultura: tradiciones, costumbres, valores.


-El Derecho, es decir, las leyes de cada país.


Los Estados, mediante leyes, establecen la libertad jurídica, que es la facultad de hacer o no hacer lo que las personas quieren dentro de las leyes.





Formas de concebir la libertad: libertad negativa y libertad positiva:

Se reconocen dos formas de concebir o pensar la propia libertad y la responsabilidad que ésta conlleva, así como de valorar las consecuencias de las propias acciones.


Podemos ejercer nuestra libertad con un sentido negativo o positivo.


Libertad negativa: 

Siguiendo la ideología del individualismo, lo más habitual es pensar la libertad como todo aquello que una persona puede hacer sin que alguien o algo se lo impida; esto es, la libertad como ausencia de obstáculos para la acción de esa persona.

Esta posición presupone que nuestra libertad es, en principio, infinita, y que solo termina donde empieza la de otro.


Sin embargo, la libertad negativa representa el problema de pensar todo aquello que se interponga entre nuestra voluntad y nuestros objetivos como un obstáculo o un problema.


Desde esta perspectiva, semáforos en rojo, peatones, barreras, otros vehículos, obras en construcción, manifestaciones, etc., son problemas que hay que sortear, u obstáculos que hay que evitar.


Desde este punto de vista, uno solo puede respetar al otro (un peatón, un semáforo, otro conductor, un inspector de tránsito) por mera conveniencia (ya sea por utilidad o por miedo al castigo), lo que implica que, cuando uno considera que ese respeto deja de ser conveniente, lo deja de lado, lo abandona.


Libertad positiva:

Otra forma de pensar la libertad consiste en verla como el conjunto de posibilidades que tiene una persona para actuar y su capacidad de decidir entre estas posibilidades.

Es la libertad positiva, según la cual una persona no es más libre cuanto menos obstáculos tenga en el camino, sino cuanto más acciones puede realizar.


Esta posición nos permite ver que aquello que nos impide el paso, y que a primera vista parece un obstáculo es, en realidad, la libertad del otro (de transitar, de manifestar, etc.), o bien algo que la garantiza (semáforo en verde que cede el paso). 


En efecto, un semáforo en rojo para una persona es un semáforo en verde para otra, una señal de alto para nosotros es una prioridad de paso para quienes vienen por la otra calle, etc.


Se trata, en definitiva, de una libertad entendida como autonomía, es decir, como la capacidad de tomar decisiones, pero sabiendo (y aceptando) la noción de límite, siempre y cuando este límite haya sido decidido o aprobado por nosotros, de modo directo o indirecto.


IGUALDAD:

El derecho a la igualdad es el derecho que tienen  todos aquellos que se hallan en una misma situación a recibir el mismo trato.





a.- La igualdad se viola cuando:


1)Se otorgan privilegios que beneficien a algunos, sin justificación; 


2)  Se imponen condiciones que perjudiquen a algunos, también sin razón valedera.


b.- La igualdad se relaciona directamente con el derecho a la no discriminación, que consiste en la obligación que tienen los Estados de respetar y proteger las diferencias entre las personas y los grupos sociales.




La conquista del derecho a la igualdad, para todos los seres humanos, es todavía hoy una tarea pendiente.

La desigualdad y sus tipos:

Se distinguen diversos tipos de desigualdad, provenientes de actitudes discriminatorias:



1.- Desigualdad social:

Referida a las diferencias entre los distintos sectores sociales.Ejemplo: clase alta, media y baja; población activa y pasiva; habitantes del centro o de la periferia, etc.



2.- Desigualdad económica:

Alude a las distintas oportunidades de acceder a determinados bienes y servicios, en atención a la condición económica de las personas.


Ejemplo: quienes tienen trabajo suelen obtener una obra social para cobertura médica y farmacológica del trabajador y su familia, mientras los desocupados quedan, muchas veces, desamparados.




3.- Desigualdad de género:

Se produce cuando las mujeres no obtienen los mismos derechos y oportunidades que el género masculino.


Ejemplo: es usual que, en el mercado laboral actual, el  hombre consiga mejores salarios que las mujeres, aún cuando realicen las mismas tareas o funciones, en igualdad de condiciones (antigüedad, formación profesional, etc.).




4.- Desigualdad cultural:

Relacionada con las dificultades para aceptar a las personas que pertenecen a otros grupos culturales, religiosos o étnicos.



SEGURIDAD:

Es el derecho humano que consiste en la obligación del Estado de poner todos los medios a su alcance para que las personas disfruten de sus derechos esenciales, libres del temor y de la miseria.

Generalmente se mencionan dos tipos de seguridad:


1) Seguridad jurídica:

Existe cuando las normas jurídicas, o leyes de un Estado, son suficientemente claras, y permiten a los ciudadanos tener certeza sobre su aplicación y consecuencias.



Las normas son previsibles cuando los requisitos para obtener un beneficio,  o sufrir una sanción, se pueden conocer de antemano.

- Beneficio: por ejemplo, las condiciones para acceder a una jubilación: edad, años de aportes económicos, etc.


Cualquiera que cumpla con las mismas, tendrá derecho a jubilarse.


- Sanción: por ejemplo, para cualquiera que cometa un homicidio doloso -intencional- la sanción es de ocho a veinticinco años de reclusión o prisión.


2) Seguridad social:

Hace referencia a los organismos del Estado que protegen los intereses de los llamados “grupos vulnerables o en riesgo” (niños, ancianos, inválidos, discapacitados, etc.).

Se encargan de conceder beneficios, tales como las jubilaciones y pensiones, asignación universal por hijo, pensiones por invalidez, etc.




JUSTICIA:

Es la voluntad constante de dar a cada uno lo que le corresponde o pertenece.


Es una virtud o cualidad, que inclina a la persona a ser equitativo (equidad) con los demás, otorgando a cada uno lo que se merece, según sus obras.


Sin perjuicio de lo manifestado, cabe aclarar que la palabra justicia tiene dos dimensiones o aspectos:


-La dimensión humana, ya aludida, que se relaciona con la moral, es decir, lo que es bueno y justo para cada uno.


-En su dimensión social, la justicia se relaciona con el Derecho y las leyes.Justicia deriva del latín iustitia, cuya raíz –ius- significa “derecho” y, a la vez, es usada como sinónimo de Poder Judicial, órgano del Estado cuyo objetivo es interpretar las leyes para resolver conflictos.




Finalmente, el derecho a la justicia es la facultad o posibilidad  de toda persona de recurrir al Estado cuando cree que alguno de sus derechos ha sido vulnerado o violado.


Los principales disvalores del mundo globalizado: consumismo, individualismo, apariencia, transitoriedad, hedonismo, indiferencia-permisividad, apatía moral.



1.- CONSUMISMO:

Mentalidad consumista:


- Sobreabundancia de propuestas del consumo.

- El consumismo es absorbido inconscientemente desde la infancia.


- "Austeridad" y "Ahorro" son términos desacreditados y desfasados




2.- INDIVIDUALISMO:

Mentalidad individualista:


- Importa más la libertad individual que el beneficio social.


- Las dificultades de integración social generan desinterés por lo social y lo político.


- Poca o nula pertenencia a instituciones, clubes, sindicatos...


 - "No participar" es el lema.


3.- APARIENCIA:

La vida como "espectáculo":

- Cultura de la apariencia y del carnaval continuo.

- Importan más el cuerpo y la imagen que lo espiritual.

El "desfile de modelos" no debe ser ensombrecido por la enfermedad, la vejez, la invalidez y/o la muerte.



4.- TRANSITORIEDAD:

Sobrevaloración del presente. Ausencia de proyectos.

- La vida es "aquí" y "ahora". El futuro es sombrío, lejano…

- Al presente hay que vivirlo "a tope", por ello se busca el placer y se evitan los compromisos a largo plazo.



5.- SUBJETIVISMO - HEDONISMO:

- Se proclama el placer como fin supremo de la vida.

- El criterio de valoración es la autosatisfacción personal.

- Normas, disciplina y sacrificio son obstáculos a la propia satisfacción y bienestar;



6.- INDIFERENCIA - PERMISIVIDAD:

- Tolerancia y permisividad crecientes, convertidas en "indiferencia";

- "Todo es lo mismo y todo vale"...

7.- APATÍA MORAL:

- Se defiende la moral personal y familiar como algo cercano, que "me" afecta.

- La moral social y pública no importan tanto.




Los valores personales: elementos de la valoración humana. La formación de los juicios de valor. La jerarquía de los valores.


Los valores personales: elementos de la valoración humana.

Son valores personales las creencias o ideas que guían la conducta de cada uno de nosotros, es decir, del individuo en particular.

Tener nuestros propios valores nos convierte en personas reflexivas y críticas.

De todo ello deviene que la valoración la hace el sujeto.

El conocer y el valorar guardan estrecha relación: la segunda deriva de la primera.

Todo aquello que el hombre conoce (personas, cosas o hechos) significa algo para él: “valen”, en mayor o menor medida.


Elementos de la valoración:


Cuando hablamos de la valoración que hacemos de una cosa, o del valor que le atribuimos, encontramos estos tres elementos:

1)Una cosa, algo real o ideal, que es lo considerado valioso, positivamente o negativamente: una canción, un viaje alrededor del mundo, una lapicera, etc.

2) Una cualidad, positiva o negativa, que es precisamente lo que hace que una cosa parezca valiosa: lo excelente o vulgar de la canción; lo instructivo del viaje; lo útil de la lapicera.

3) Una reacción del sujeto, es decir, una actitud vital, que no es otra cosa que la valoración, el juicio valoral que hace resaltar una determinada cualidad del objeto tal como es vista, intuida por el sujeto.


La formación de los juicios de valor:


Los juicios de ser afirman lo que las cosas son en sí mismas, con absoluta independencia de lo que ellas valgan para quien los formula: “Se trata de un cuadro pintado por Leonardo Da Vinci”.

Los juicios de valor expresan lo que las cosas valen para el hombre que los formula: “Se trata de un cuadro pintado bellamente por Leonardo Da Vinci”.

Nadie discute la realidad de los juicios de valor, puesto que todos “valoramos” en una u otra dirección, personas, cosas o acontecimiento, según los pasos vistos en el ítem anterior.

Es que las cosas de las cuales se compone el mundo tienen todas ellas un acento peculiar, que las hace ser mejores o peores, buenas o malas, bellas o feas, santas o profanas.

El mundo no nos resulta indiferente: no hay cosa alguna ante la cual no adoptemos una posición positiva o negativa, una posición de preferencia.

Por consiguiente, no hay cosa alguna que no tenga un valor: una serán buenas, otras malas; unas útiles, otras perjudiciales; pero ninguna será absolutamente indiferente para nosotros.


La jerarquía de los valores:


Según Max Scheler (1874-1928) el hombre posee, además de una intuición intelectual (una inteligencia) por la cual capta la esencia o significado de las cosas, una intuición emocional por la cual capta la esencia o significado de los valores (sociales, económicos, políticos, etc.).

Esta intuición emocional (llamada por Pascal el “orden del corazón”, por contraposición al “orden de la razón”) nos permite tener actos de preferencia y de repugnancia: por medio de ellos se intuyen los grados de cada valor y el orden de los valores.

La preferencia o repugnancia intuitiva es la que decide si el valor de una persona es superior al valor de otra; si el valor de una persona es superior al valor de una cosa; si los valores vitales son inferiores a los valores espirituales, etc.


Jerarquía de los valores:


En consideración a lo expresado anteriormente, Schelar determinó que la jerarquía de los valores tiene en cuenta cuatro rangos, que son estos:

1) LO AGRADABLE Y LO DESAGRADABLE: constituyen el rango inferior de los valores (los valores “menos valiosos”); incluyen el dolor y el placer como sentimientos puros.

2) LO VITAL Y LO NO VITAL: vinculados a la existencia y bienestar de la persona, incluyen lo sano y lo malsano, lo noble y lo común.

3) LO ESPIRITUAL Y LO NO ESPIRITUAL: se ofrecen al hombre con el carácter especial de lo elevado, que puede exigir el sacrificio de lo vital y lo agradable, Se distinguen tres especies:

a.- Lo bello y lo feo (valores estéticos);

b.- Los valores del derecho (orden jurídico)

c.- Los valores del puro conocimiento (filosofía, ciencias positivas y cultura).

4) LO SAGRADO Y LO PROFANO: son el rango supremo de la tabla de valores; se dirigen principalmente a la persona de Dios, a lo absoluto, y son el fundamento de los demás valores. La fe y la incredulidad, la piedad y la impiedad, la beatitud y la desesperación son estados afectivos que corresponden a la intuición emocional de lo sagrado y lo divino. Los valores del culto y de los sacramentos también se corresponden con lo sagrado.

Para una mayor ilustración, graficamos la tabla de valores de Scheler, según su categorización de mayor a menor valor asignado:


SAGRADO Y PROFANO
ESPIRITUAL Y NO ESPIRITUAL
VITAL Y NO VITAL
AGRADABLE Y DESAGRADABLE


Para Scheler, la ética debe tener en cuenta la jerarquía de los valores. Un acto que realiza, por ejemplo, el valor de lo agradable, será moral (moralmente bueno) si al mismo tiempo tiene en cuenta la realización de los valores pertenecientes a los rangos superiores. Por esta razón, es inmoral ingerir exquisitos manjares que provoquen la muerte (se realiza el valor de lo agradable en perjuicio de los valores vitales, que son superiores); también será inmoral desarrollar las fuerzas físicas abandonando la instrucción y la cultura espiritual (tendríamos la realización de valores vitales con perjuicio de los valores del espíritu).


Los hábitos morales: virtudes y vicios. Las virtudes cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza. Vicios (pecados) capitales: soberbia, lujuria, avaricia, gula, ira, envidia y pereza

Los hábitos morales: virtudes y vicios.

La actividad de la persona está marcada por su conducta ética. Cuando aquella realiza un acto moralmente bueno, en ese momento es buena; porque los actos, buenos o malos, son los que hacen de la persona un ser bueno o malo.

El juicio común de la gente, sin embargo, considera que una persona es buena, o mala, cuando su modo habitual de proceder ( SUS HÁBITOS) está hilvanado por acciones buenas o malas, respectivamente.

¿Qué es un hábito? Es una disposición (actitud) de la persona permanente y adquirida para reproducir determinados actos.

El origen del hábito está en un acto o en varios actos que se han realizado y que han dejado una especie de huella en el mecanismo mental o en el fisiológico, la cual generaría una tendencia a reproducir lo que se ha hecho una o varias veces.

Dos son las fases del hábito:

1.- La formación: que consiste en la repetición de varios actos de la misma especie, iguales o semejantes; el sujeto progresa hasta lograr soltura, rapidez y perfección de movimientos;

2.- Estabilización: los actos se realizan subconscientemente o con escaso margen de conciencia. Por ejemplo, cuando adquirimos el hábito de escribir, somos conscientes de lo que escribimos y no de los movimientos que hacemos con la mano (el niño de primer grado sí es consciente de estos movimientos). Cuando el hábito se estabiliza la conciencia se concentra en acciones más importantes que los actos que se realizan por hábito: por ejemplo, somos conscientes de lo que hablamos, pero no de los movimientos de nuestros labios.

¿Cuál es la importancia de los hábitos? Que son el medio para lograr la plenitud o la felicidad personal. Porque así como los hábitos, de cualquier tipo que sean, constituyen una manera de ser estable o permanente del sujeto, así la plenitud de la persona se logra con la adquisición de los HÁBITOS MORALES BUENOS. Y este es un objetivo concreto de la función educadora: que los alumnos adquieran el mayor número posible de hábitos buenos, morales y de otros tipos: mecánicos, higiénicos, etc.

Los hábitos se adquieren conscientemente, subconscientemente, inconscientemente, voluntariamente o involuntariamente: no hace falta que nuestra conciencia advierta la adquisición del hábito; ni siquiera es necesaria nuestra propia voluntad, como sucede con los hábitos que adquirimos desde pequeños por voluntad de nuestros padres.

Virtudes y Vicios:

Los hábitos que conciernen a la problemática ética son las virtudes y los vicios:

VIRTUD:

La virtud es un hábito moral bueno. El hábito de comer saludablemente, del estudio o la capacitación permanente, de la actitud respetuosa hacia el prójimo, entre muchas otras, representan conductas racionales, razonables, que perfeccionan a quienes las practican.

Como todo hábito, la virtud es una disposición (actitud) adquirida, no innata.

La virtud se enseña a practicarla, pero sobre todo se aprende a practicarla observando cómo otros la practican.

La virtud se adquiere con dificultad y se pierde con facilidad.

La virtud produce placer espiritual, pero generalmente no produce placer material.

La palabra virtud proviene del sustantivo latín “vir” (“varón”) y del vocablo latino “virtus”, que significa fortaleza, valor militar, fuerza espiritual para vencer las dificultades.

La virtud es, pues, esencialmente personal. No es algo heredado, ni resulta necesariamente de las circunstancias, ni de la educación o del medio. La virtud es siempre precio del esfuerzo, de la buena voluntad y del ejercicio perseverante.

Las virtudes cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza.
Entre todas las virtudes morales ocupan un sitial de preferencia las virtudes cardinales que, como los cuatro puntos cardinales de la geografía, “orientan” la realización de lo moral (lo bueno, lo racional), simbolizan el punto de apoyo para otras virtudes morales, y son indispensables para acercarse a la plenitud o felicidad personal, meta última de la existencia humana.

Ellas son:

1)LA PRUDENCIA:

Sinónimo de sabiduría (prudentes son los sabios) dicta a la razón el cómo y el cuándo se debe actuar. Es una virtud propia de la edad adulta.

La prudencia es una virtud de orden práctico. El prudente sabe cómo y cuándo actuar o esperar, cómo y cuándo hablar o callar, cómo y cuándo recordar u olvidar, etc.

El prudente coordina, con cierta intuición e inmediatez, los principios de la razón teórica con las reglas de la razón práctica.

Su finalidad inmediata es gobernar el modo y las circunstancias todas de la conducta moral. El imprudente es aquel al que le falta “tacto” para manejarse en determinadas situaciones, o en la mayoría de ellas.

2)LA JUSTICIA:

El concepto más simple y claro de “justicia” proviene del Derecho romano, cuando el jurista Ulpiano la definió en estos términos:”Justicia es la constante y perpetua voluntad de dar (conceder) a cada uno su derecho”.

Dicha definición resultó luego aún más simplificada, para decir que Justicia significa “Dar a cada uno lo suyo”.
En efecto, la virtud de la justicia es la voluntad firme y constante de dar a cada uno lo que le corresponde.

El problema concreto que la Justicia plantea a la Ética es cómo distinguir siempre lo que es de uno y lo que es de otro.

El origen de la sociedad humana se debe a que los hombres buscan, en la comunión y en la elección de un jefe, una forma adecuada de que todos vivan en justicia, es decir, respetando los unos los derechos de los otros.

Es importante distinguir entre justicia conmutativa y justicia distributiva:

Justicia conmutativa: 

Regula las relaciones entre personas privadas (“particulares”), en orden a que a cada uno se le dé lo suyo (lo que le corresponde a cada quien), estableciendo el alcance de deberes y derechos, y según la regla de IGUALDAD MATERIAL en los cambios o permutas.

Justicia distributiva: 

Regula las relaciones entre la sociedad y cada uno de sus miembros, buscando la equitativa distribución de ventajas y desventajas, en los nombramientos y prestaciones o servicios, y teniendo en cuenta, con criterio de proporcionalidad, la calidad de las tareas que se cumplen, la duración del tiempo y sobre todo la competencia de las personas, su idoneidad para los cargos y funciones, sin preferencias injustificadas por persona alguna.

3) FORTALEZA:

Fortaleza significa firmeza corporal y/o espiritual contra toda situación externa o interna que sea dolorosa o molesta para el individuo.

La fortaleza es la virtud que inclina o predispone al sujeto a enfrentar las dificultades y peligros no comunes, para superarlos, o para sufrirlos con paciencia cuando las fuerzas propias no logran superarlos.

La timidez se opone a la fortaleza. La falta de esta virtud se advierte en las personas pesimistas, en las derrotistas, en las que se amilanan ante pequeñas dificultades. El fuerte resiste en golpe, reacciona, se sacude el polvo de la derrota y se lanza con entusiasmo a la conquista del triunfo.

4) TEMPLANZA:

Es la virtud de la moderación de los placeres espirituales o sensoriales, y consiste en buscar a aceptar estos con medida, sin excesos que son perjudiciales a la salud corporal o que degradan al hombre a la condición animal por la irracionalidad con que se entrega al goce de esos placeres. Son vicios opuestos a la templanza la glotonería en el comer y en el beber, la ira, la lujuria y la soberbia.

Vicios (pecados) capitales: soberbia, lujuria, avaricia, gula, ira, envidia y pereza.

La denominación de pecados capitales es antigua en la tradición cristiana: designa los vicios principales, los más importantes por lo graves que son y por los mucho que están difundidos en la humanidad de todos los tiempos. 




Son ellos:


1)La soberbia (orgullo):

Es la tendencia a buscar desmedidamente la propia alabanza y a gozarla también en forma desmedida, generalmente con subestimación y desprecio de los demás.

Nace de una autoestimación excesiva. Se caracteriza por el deseo y convicción de ser más importante y mejor que los demás, adoptando una confianza extrema en uno mismo que deriva en la vanidad.

Es uno de los pecados capitales más importantes y más serios. Este pecado daría lugar a todos los demás, según las enseñanzas morales de la Iglesia.

2)La lujuria:

Es la tendencia a la búsqueda excesiva, desordenada, refinada y hasta artificial de los placeres sexuales.

Este pecado capital es considerado como un pecado que se produce por tener pensamientos sexuales excesivos, así como un deseo sexual incontrolable. Así, la lujuria está considerada como una adicción al sexo o una compulsión sexual. 

Para la Iglesia, ser lujurioso implica desvirtuar el acto sexual utilizándolo para otros fines que no sean los reproductivos.

3)La avaricia:

Es la inclinación a poseer sin medida toda clase de bienes materiales, especialmente dinero.

También es un pecado capital que hace referencia al exceso. En esta ocasión, se refiere únicamente a la adquisición de riquezas. 

Cuando una persona es extremadamente codiciosa y ansía, por encima de todo, adquirir riquezas en su propio beneficio, es considerado un avaro.

4) La gula:

Es la tendencia exagerada a la búsqueda de los placeres que proporciona el comer y el beber.

Es el pecado capital que se identifica con el consumo excesivo de comida y bebida.

Asimismo, también se identifica con los excesos de cualquier naturaleza que se realicen de manera irracional e innecesaria.

5) La ira:

Es la tendencia afectiva de enojo y agresión ante un hecho o ante una persona que han provocado en el sujeto un disgusto grave. 

Se define como un sentimiento incontrolado de odio y enfado.

También podemos decir que una persona comete el pecado capital de la ira cuando adopta una negación vehemente de la verdad, así como cuando alberga deseos de venganza.

Asimismo, en la actualidad, también se considera ira cuando una persona es intolerante hacia otras, ya sea por motivos de raza o religión.

6)La envidia:

Es la tendencia a entristecerse por el bien ajeno conocido.

Hace que las personas cuenten con el deseo de conseguir cosas que tienen terceras personas. Puede conducir al deseo del mal al prójimo.


7) La pereza:

Es la inclinación a la inactividad ante el trabajo que se debe hacer, o ante los esfuerzos que requiere el trabajo mismo.

Es el pecado capital que crea tristeza de ánimo y una actitud negativa frente a las obligaciones del hombre, sobre todo a todas las que tienen que ver con sus obligaciones espirituales, tales como los ejercicios de piedad y de religión.

En conclusión, todos los pecados capitales representan un exceso y una actitud negativa, que puede generar daño en aquel mismo que lo practica como también en otros.



Los valores sociales: honor, honradez, paz, respeto, responsabilidad, tolerancia, verdad:

Definiremos brevemente una serie de conductas socialmente valiosas para el bien común de la ciudadanía.

- HONOR:

Es la cualidad de cumplir con los propios deberes.


- HONRADEZ: 

Es el ánimo recto, la tendencia del hombre a hacer el bien, virtud que impide al individuo apoderarse de los bienes ajenos.



- PAZ: 

Virtud que pone en el ánimo quietud, tranquilidad o serenidad, opuestos a la violencia, el desorden o las pasiones. 

Garantiza la armonía o amistad a todos los seres humanos.


- RESPETO:

Es la actitud de atención y consideración hacia el prójimo, teniendo en cuenta su dignidad y los derechos propios de su condición de persona.


- RESPONSABILIDAD:

Es la capacidad de toda persona para reconocer y aceptar las consecuencias de un hecho realizado libremente.




- TOLERANCIA: 

Significa respetar las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias.

Implica tener la capacidad de escuchar a los demás y respetar sus opiniones.




- VERDAD:

Es la conformidad de lo que se dice con lo que se piensa o se siente. 

Consiste en decir siempre lo que es cierto, lo que es auténtico y conforme a lo que sucede; es decir, como son las cosas sin aumentos ni disminuciones.

Fuentes:

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