LA PERSONA HUMANA

Glosario:

Concepto e importancia de la noción de persona.

Constitutivos esenciales: corporeidad y espiritualidad.

Características de la persona: unidad, singularidad, racionalidad, libertad y trascendencia.

Capacidades humanas: motoras, intelectivas y afectivas. 

Concepto
 
Persona es todo individuo de la especie humana. 
 
 
"Individuo":


Que no puede ser dividido.

"Especie":


Conjunto de cosas semejantes entre sí por tener uno o varios caracteres comunes.
 
"Humano, na":


Perteneciente o relativo al hombre, propio del hombre.






Persona, cultura y sociedad forman una unidad inseparable.

La cultura existe únicamente a través de los individuos; los individuos, en su conjunto, integran una determinada sociedad. A su vez, persona es el individuo socializado, es decir, incorporado a sociedades que lo preexisten y que durarán más que él.

Los rasgos o características propias de lo humano solo se desarrollan mediante el contacto social.

Avanzando más en nuestra definición, agregamos que la persona es la naturaleza originaria más la crianza.

La naturaleza es el potencial genético propio de nuestra especie, que nos permite reaccionar ante los estímulos exteriores.

La crianza son todas las influencias sociales que nos ayudan a desarrollar nuestras potencialidades sociales originarias.

Importancia de la noción de persona.
 
Antes de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), el pensamiento dominante reducía al ser humano a la categoría de "cosa", rebajando la naturaleza humana.




El hombre, asimilado a las cosas, era una forma de pensamiento que negaba su dignidad y justificaba la esclavitud,  existente desde tiempos inmemoriales.




Después de la llamada "Gran Guerra", las ideologías modernas comenzaron a elevar el sentido de la dignidad humana, es decir, a concebir al hombre como un sujeto valioso, sin perjuicio de su raza, color de piel, origen social, etc.





Tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) se tornó imprescindible dejar plasmado por escrito esta evolución de las ideas, que dejan de ver al hombre como una "cosa" y lo exponen como "persona", es decir,  un ser dotado de razón, consciente de sí mismo y poseedor de una identidad propia.





Es así que, en 1948, se sanciona la Declaración Universal de los Derechos Humanos.






La defensa de los Derechos Humanos tiene como fundamento, precisamente, la idea de que el hombre es "persona", es decir, individuo de naturaleza racional.




Constitutivos esenciales: corporeidad y espiritualidad
 
Analizamos dos elementos que constituyen o dan nacimiento al hombre: corporeidad y espiritualidad.
 
 
1.- CORPOREIDAD:
 

El hombre posee un cuerpo, sustancia material que es carne.
 
 Por su corporeidad, el hombre pertenece:
 
- Al mundo de los seres materiales (rigen leyes físicas, químicas y biológicas);
 
 
- Al mundo de los seres sensibles (sentidos, estímulos, nervios, imágenes, recuerdos);

 
 
- Al mundo de los seres vegetales (ser orgánico que vive y crece)




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2.- ESPIRITUALIDAD:


El hombre también posee una sustancia inmaterial pero dotada de razón, llamada alma, que lo anima, es decir, le da vida al cuerpo, y lo provee de energía, intensidad y movimiento.


Con el alma, por el alma y, precisamente, porque posee alma espiritual el hombre es bueno o malo.


La espiritualidad es el origen de la libertad del hombre, y esta última la raíz de su conducta ética, por su capacidad de valorar y preferir unas cosas sobre otras.


 


Características de la persona: unidad, singularidad, racionalidad, libertad y trascendencia.

 
1.- UNIDAD: 
 
Todo hombre es uno e indivisible como ser humano, aún cuando tenga más de una parte sustancial (cuerpo y alma) y que su cuerpo esté compuesta por muchas partes (cabeza, manos, pies, etc.).
 
Lo “uno” es aquello que, si se divide, se destruye.



 
2.- SINGULARIDAD: 

Cada persona es singular, es decir, única, irrepetible y diferente a las demás.
 
Y cada persona singular realiza actos humanos singulares, es decir, que son propios de cada uno, y de los cuales será responsable.



 
3.- RACIONALIDAD:

El hombre es racional porque usa la razón, que es la habilidad de pensar y alcanzar el entendimiento o comprensión de las cosas.

La razón nos permite reflexionar, opinar, deducir, inventar. En definitiva, aplicar la inteligencia (capacidad de entender o comprender).

 


4.- LIBERTAD:


La persona goza del libre albedrío, que es la posibilidad de obrar por reflexión y elección, de acuerdo a su apetito, antojo o capricho.
 
La libertad humana comprende la noción de conciencia, que es el conocimiento de la persona de sí mismo y del mundo que lo rodea.




5.- TRASCENDENCIA:
 
Es la relación que vincula a la persona con el ser Absoluto o Trascendente, generalmente ligado a la idea de la existencia de un Dios.
 
El ser Absoluto es aquel que está más allá de toda realidad y de los límites naturales.
 
El ser humano percibe la existencia de algo superior, sea o no Dios.
 
Es decir, el hombre percibe la existencia del universo, en el cual existen fuerzas superiores sobre las que no tiene control y, a su vez, disponen un orden de la existencia. 




Capacidades humanas: motoras, intelectivas y afectivas. 

a) CAPACIDADES MOTORAS:

Relacionadas con la posibilidad de producir movimientos, por suaves que sean (ej.: el pestañeo, la lengua, aspiración del aire, etc.)

 
1.- Sensoperceptivas: oculares, auditivas, táctiles, gustativas, olfativas.

2.- Manuales: incluyen movimientos finos de precisión y coordinación neuromotora.

3.- Del resto del cuerpo: para desarrollar y coordinar movimientos de las distintas partes del cuerpo.


b) CAPACIDADES INTELECTIVAS O COGNITIVAS:
 

Relacionadas con la facultad de entendimiento o comprensión de las cosas.

 
Podemos mencionar:

1) Comprensión y uso del lenguaje.

2) Formación de razonamientos, conceptos y categorías.

3) Memoria.

4) Resolución de problemas.

5) Evaluación (aprender de los errores) y toma de decisiones.

6) Inventiva e imaginación.

7) Valoración y aceptación de sí mismo y de los otros.

c) CAPACIDADES AFECTIVAS:
 

Relacionadas con la posibilidad de experimentar sensaciones, es decir, de sentir cada una de las pasiones del ánimo, como la ira, el amor, el odio y, especialmente, el amor o el cariño.

 
Podemos distinguir:


a.- Emoción:

Es una reacción espontánea ante un estímulo -  hecho o evento significativo- que afecta el ánimo de la persona de manera positiva (entusiasmo, alegría, amor o cariño) o negativa (perturbación, enojo, nerviosismo).


b.- Sentimiento:

Es la valoración que hace el sujeto de ese estímulo –hecho o evento significativo- por la cual lo califica como beneficioso, dañino o indiferente.

Es así que el sujeto siente alegría, satisfacción o tristeza, melancolía, etc.

Pongamos un ejemplo: Un ser querido me hace un regalo.



La emoción nace de manera espontánea debido a un estímulo (el regalo); a continuación, surge una valoración primaria o automática de ese estímulo: me resulta indiferente, dañino o beneficioso.  

c.- Empatía:

Es la habilidad de experimentar o sentir las emociones de los otros como si fuesen propias.

Cuando desarrollamos la empatía, sentimos cuáles son los sentimientos del otro, cuán fuertes son y qué cosas los provocan.

La empatía incluye la comprensión de las perspectivas, pensamientos, deseos y creencias ajenas.


Las personas que tienen empatía están mucho más adaptadas a las sutiles señales sociales que indican lo que otros necesitan o quieren.

 Estos los hace mejores en profesiones tales como la enseñanza, las ventas y la administración.

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